Arribes del Duero y Douro Internacional

Distancia: 290 km

Tiempo de conducción: 6 horas

Tiempo mínimo para realizar la etapa: 6/7 días

Una de las etapas más completas de toda la Ruta Raia Norte es sin ninguna duda esta que nos lleva a descubrir España y Portugal en torno al impresionante Parque Natural de Arribes del Duero en el lado español de la frontera y el Douro Internacional y Vinhateiro en la vertiente portuguesa. Desde los primeros pobladores que habitaron estas tierras dejando su impronta en los gravados rupestres de las orillas del río Águeda hace más de 25.000 años en el protegido Yacimiento de Siega Verde, haremos un viaje en el tiempo hasta llegar a los tiempos de caballeros y princesas que no será difícil imaginar desde la fortaleza de San Felices de los Gallegos donde empaparnos de esta parte de la historia fronteriza. Tras estas pinceladas culturales podemos hacer un desvío hasta los castros vetones de Las Merchanas (Lumbrales) o el castro del Castillo en Yecla de Yeltes o, si lo preferimos, continuar impacientes para descubrir la impetuosa naturaleza que envuelve al río Duero y sus afluentes. Nos asomaremos a algunos de los más increíbles miradores y cruzaremos la frontera hacia el país luso buscando, tras los cortados vertiginosos de las Arribes salmantinas, el sosegado valle del Duero que se abre esplendoroso en Freixo de Espada a Cinta propiciando los cultivos en bancales de frutales y vides, alcanzando su máximo exponente en las inmediaciones de Vila Nova de Foz Côa donde seremos sorprendidos por el primer territorio vinatero reconocido del mundo (ni más ni menos que en el s.XVIII) y protegido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Entre estos bancales encontraremos a los antiguos artistas del Valle del Côa que, como aquellos de Siega Verde, dejaron su huella en las rocas en forma de animales que habitaron estas tierras y que hace milenios desaparecieron como los mamuts o los rinocerontes lanudos. Continuaremos el periplo hacia “las Arribas” del Douro Internacional pasando por bellos municipios como Torre de Moncorvo que atesora una bonita judería y un interesante pasado medieval o Mogadouro, vigilado por un robusto torreón vestigio de su pasado fronterizo que desde lo más alto del municipio vigila incansable la frontera. Atravesaremos aldeas detenidas en el tiempo hace años donde conoceremos tradiciones ya perdidas en otros lugares como las peculiares mascaradas que sorprenden a grandes y pequeños en estos pueblecitos entre Navidad y Carnaval y nos toparemos de frente con la naturaleza más impetuosa a la altura de Lamoso donde descubriremos la cascada más alta de Portugal Continental: la impresionante Cascada Faia d’Agua Alta donde sobrecogernos asomándonos por sus altas pasarelas por encima de las copas de los árboles.

Volveremos a España tras atravesar la presa de Bemposta y haremos una parada en el pueblo de las más de mil bodegas (Fermoselle) donde asomarnos desde su mirador al Duero y hacernos con información del Parque Natural Arribes del Duero en su casa del parque. Desde aquí, por una evocadora y zigzagueante carretera entre las conocidas como Arribes del Tormes daremos con este río que rinde tributo al Duero unos cientos de metros más abajo para llegar a una de las puertas de entrada del parque en un pueblecito que guarda toda su arquitectura tradicional en la sorprendente técnica de la piedra seca: Trabanca. Desde aquí y ya para despedirnos de esta apasionante etapa nos iremos en busca de una de las imágenes más características de Arribes en el pueblecito de Pereña de la Ribera, la caprichosa cascada del Pozo de los Humos que despeña el agua del río Ucés llegando caudaloso tras las lluvias y provocando una cortina de agua pulverizada simulando el humo que le da nombre.

 

Yacimiento de Siega Verde

Este conjunto arqueológico es el más importante de toda Castilla y León y, junto con el cercano conjunto portugués de Foz Coa, el más sobresaliente de toda la península Ibérica, por lo que fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Desde que se empezó a estudiar el enclave en 1988 han salido a la luz un total de 645 figuras de ciervos, caballos, bóvido, etc. pero también de renos, bisontes o rinocerontes lanudos que debieron habitar estas tierras, grabados o piquetados sobre la roca, convirtiendo a este yacimiento en el mayor enclave con grabados paleolíticos de España, datados en torno al año 20.000 y 11.000 a.C. Los significados de cada panel, por el momento, se escapan a nuestra comprensión, pero las representaciones de esta fauna de la última glaciación hablan de un mundo simbólico y mágico de la caza y quizás de la distribución territorial de las tribus cazadoras. La visita se hace con un guía especializado que interpreta las figuras para la mejor comprensión del visitante y es recomendable consultar su web antes de llegar para tomar nota de algunas recomendaciones. Yacimiento Siega Verde: (6.5€; horario variable, consultar web); SA-V-200 (40°41’49.5″N, 6°39’41.8″W); http://www.siegaverde.es

Parque Natural Arribes del Duero

En el oeste de las provincias de Zamora y Salamanca, donde el río Duero hace frontera con Portugal, se encuentra este espacio natural privilegiado, donde los cantiles se elevan verticales sobre el río, creando ese espectacular paisaje que conocemos como Arribes del Duero. Pertenecen al parque 37 municipios: Argañín, Almendra, Cabeza del Caballo, Villardiegua de la Ribera, Villadepera, Torregamones, Villar del Buey, Fariza, Gamones, Fermoselle, Villarino de los Aires, Pereña, Masueco, Mieza, Vilvestre, Puerto Seguro, San Felices de los Gallegos, Ahigal de los Aceiteros, Sobradillo, La Fregeneda, Hinojosa del Duero, Saucelle, Adeadávila de la Ribera, La Bouza, Bermellar, Saldeana, Barruecopardo, Fonfría, Pino del Oro, Villalcampo, Moralina, Moral de Sayago, Trabanca, Lumbrales, Cerezal de Peñahorcada, La Zarza de Pumareda, La Peña.

Sus paisajes más bellos e impresionantes han sido formados durante milenios por los ríos Duero, Huebra y Uces que se encajonan formando profundos y extensos cañones ofreciendo al visitante unas espectaculares vistas, donde parece que la tierra se ha separado, agrietándose violentamente para dejar paso al agua. En algunos tramos, el discurrir tranquilo del agua se ve interrumpido por impresionantes saltos de agua como el Pozo de Los Humos, con una caída superior a los 50 m dejando una cortina de gotitas difuminadas en el ambiente y dándole así su peculiar nombre.

La actividad humana en las Arribes nos ha dejado su legado en forma de bancales que desafían a la gravedad ganando metros a la pendiente de las laderas, cultivando en estos terrenos olivos, vid, almendros y frutales, que, ya rozando el río, dejan paso a los bosques de galería típicos de riberas y bosques de enebros o almeces en sus laderas y cortados.

Destaca del parque la belleza agreste de su paisaje granítico y una rica y variada fauna y flora. Las peculiaridades del clima de Arribes favorecen el desarrollo de una vegetación de tipo mediterráneo con enebros, encinas, quejigos, alcornoques, madroños, jaras, escobas, espliego, lavanda… haciendo que un paseo por su territorio se convierta en un deleite para los sentidos, casando paisajes y olores que sólo se pueden disfrutar si vienes a descubrirlos a las Arribes.

Los cortados y roquedos de las márgenes fluviales dan cobijo a un gran número de especies en peligro extinción, que podremos observar mientras nos sobrevuelan proyectando su sombra bajo nuestros pies, por lo que el uso de prismáticos se hace relevante si se quiere tener una experiencia plena en este entorno. Especialmente, dentro del grupo de las aves, cabe destacar la cigüeña negra, el buitre leonado, el alimoche, el vencejo real, chova piquirroja, roquero solitario, collalba rubia,… además de innumerables rapaces como el águila real, el águila perdicera, águila culebrera, águila calzada, halcón peregrino o el búho real. La presencia de las aves de presa está favorecida por la existencia de pequeños mamíferos y roedores como el lirón careto, fuente de alimentación además para otros carnívoros como el zorro, el gato montés, la garduña y la gineta. Otro mamífero habitual es el jabalí y los escurridizos tejón y nutria. No podemos olvidar las amplias comunidades de murciélagos que habitan sus grutas y cuevas, como el murciélago pequeño de herradura. Encontramos en el Parque también, una rica y variada comunidad de reptiles, de los que cabe reseñar la víbora hocicuda, la culebra de herradura, la lagartija colirroja, el eslizón ibérico, el galápago europeo, lagarto verdinegro o el Lagarto ocelado, otra de las especies en peligro de extinción. Los ríos, arroyos y charcas del Parque Natural hacen posible el desarrollo de la vida de anfibios como la ranita de san Antonio, rana común, sapo corredor, sapillo pintojo, tritón jaspeado y algunas especies endémicas peninsulares como el sapo partero ibérico y el tritón ibérico, así como de aves acuáticas de gran belleza como el martín pescador, la focha común, el somormujo lavanco, además de una gran riqueza de peces como el barbo, carpines, bermejuela, colmilleja, así como especies de peces puramente ibéricas como es el caso de la boga del Duero.

San Felices de los Gallegos

El pequeño municipio de San Felices de los Gallegos, ya en el Parque Natural Arribes del Duero, muestra un típico pueblecito de frontera que las innumerables guerras no han permitido crecer y afianzarse, teniendo múltiples periodos en su historia de población, despoblación y repoblación. Lo que más llama la atención es su modesto castillo, mandado construir en el s.XIII por uno de los reyes portugueses señores de estas tierras en aquellos tiempos y acabado ya en el s.XV. El castillo ha estado en riesgo de desaparecer en varias ocasiones, primero para usarse como cantera, motivo por el cual faltan parte de las murallas y de las estancias del castillo. Posteriormente, hubo ofertas estadounidenses para comprar el castillo y llevárselo piedra a piedra (como ha sucedido con gran parte del patrimonio de estos pequeños pueblos, desde baldosas y suelos completos hasta pilas bautismales, cruceros, etc.) y finalmente comprado y salvado por un vecino (Ángel de Diós) que lo donó a su pueblo. En su interior hoy se halla un centro de interpretación sobre las fortalezas de frontera haciendo especial hincapié en el castillo de San Felices y en las armas usadas por aquel entonces para su protección. En su última planta las vistas de todo el entorno son privilegiadas. Ya fuera del castillo se puede pasear por sus calles disfrutando de la arquitectura tradicional (construida en parte por las rocas expoliadas de la fortaleza) y acceder a su muralla por alguna de sus puertas (la del Moro y la de la torre-puerta, o, en la muralla urbana, la del puerto o la de las Campanas, esta última constituyendo todo un emblema del municipio). La plaza de España, junto a la torre de la Campana es el epicentro de la vida del pueblecito donde se ubica el ayuntamiento (sXVII) en lo que fuera la antigua cárcel y la iglesia de Nuestra Señora entre Dos Álamos (s.XII), además de un buen conjunto de casonas blasonadas de pura arquitectura castellana. Otros edificios religiosos (un convento y dos ermitas) que salpican el pueblo datan a partir del s.XVI encontrándose frente a la del Cordero, el toro vettón de la Edad de Hierro. Para los que busquen un turismo más activo, pasear por las arribes del Águeda ofrece unos bonitos paisajes llegando hasta el puente de los franceses y en el municipio también se halla el parque de multiaventura de Descensos Medina, empresa de Ciudad Rodrigo que ofrece además piragüismo, rutas btt y escalada por la zona (658 474 645; http://www.descensosmedina.es). El pueblo también cuenta con un centro de interpretación sobre la cantería y un museo del aceite

Saucelle

Desde las alturas de este fantástico mirador, el visitante se sumerge de lleno en este paisaje fronterizo, pisando suelo español, pero divisando Portugal tras el enorme tajo que forma el río Duero y el Huebra en su encrucijada. En el fondo del valle, se ve el antiguo poblado de los trabajadores de la hidroeléctrica de los años 50 cuando se hizo en el río la primera central, la de Saucelle, viniendo tras ella un conjunto de presas a lo largo de todo el río por su potencial para generar energía. Como muchos otros poblados, fue abandonado, pero en este caso ha sido rehabilitado como complejo turístico (Aldeaduero) encontrando casas rurales, hoteles y restaurantes donde degustar platos como el bacalao al horno, el carpaccio de solomillo, arroz al horno con boletus y para los más golosos postres como el sorbete de mandarinas o tarta de queso con jalea de membrillo.

Freixo de Espada a Cinta

Dirección

Freixo de Espada a Cinta (Bragança – Portugal )

Localidad
Teléfono

+351 279 658 160

Email

geral@cm-fec.pt

El municipio

La villa de Freixo de Espada à Cinta está inserta en la província de Trás-os-Montes y Alto Douro, distrito de Bragança. Tiene una superficie aproximada de 244,49 km2, situandose a 41º 6`de latitud y a 2º 20`de longitud al Este del meridiano de Lisboa. Está a 180 Km al Nordeste de la ciudad de Oporto, a 400 Km al Nordeste de Lisboa y a 100 Km al Sur de Bragança, a una altitud media de 471m.

Los límites de su municipio son, al Norte, el municipio de Mogadouro; al Oeste, el municipio de Torre de Moncorvo; al Este, España (Província de Salamanca); y al Sur, el municipio de Figueira de Castelo Rodrigo.

A 4 Km de la ciudad de Freixo, pasa el rio Duero, marcando en este municipio la frontera entre Portugal y España.

Freixo es una villa llena de historia, de la que el visitante puede disfrutar con enorme satisfacción, recorriendo sus calles llenas de portadas y ventanas manuelinas, las antigas murallas y torres medievales, visitando la Iglesia, paseando por la Encruzilhada, por la Rua das Flores, por el Valle, por el Castanheiro o por el Outeiro, disfrutará con certeza de un placer sin comparación.

Freguesias y Localidades:

Freixo de Espada à Cinta, Mazouco, Ligares, Poiares, Fornos, Largoaça.

La historia

El origen de la Villa de freixo de espada à Cinta se pierde en la bruma de los tiempos, estando su fundación y su toponímia cubiertas por la niebla que siempre envuelve a las leyendas. Sin embargo, varios historiadores afirman que los Narbassos, pueblo ibérico prerromano mencionado por ptolomeo, habitaban toda esta zona de la Península, asumiendo así la existencia de un asentamiento anterior a la fundación del reino de Portugal.

A lo largo de los siglos, muchos acontecimientos históricos han ocurrido en este municipio, como por ejemplo, la guerra que D. Alfonso II sostuvo con sus hermanas, protegidas de Alfonso IX de León, y que tuvo como consecuencia que esta tierra fuera tomada y saqueada en 1211 por las fuerzas leonesas.

Más tarde, en 1236, bajo el reinado de D. Sancho II, fue cercada por el infante D. Alfonso, hijo de Fernando III de Castilla. Pero esta vez los habitantes de Freixo se defendieron con gran valentía, consiguiendo romper el cerco y obligando a los castellanos a levantar el cerco y batirse en retrada. Como recompensa de tal hazaña, el monarca portugués le concedió la categoría de Villa en 1240.

Poco después, el 27 de marzo de 1248, D. Alfonso III confirmó el fuero otorgado por nuestro primer monarca y todos los privilegios de la Villa, concediéndole él mismo un nuevo título foral el 20 de enero de 1273.

El municipio de Freixo, entendiendo que la realización de una feria ayudaría a un mayor poblamiento y como consecuencia a tener más hombres para su defensa, pidió a D. Dinis que le otorgase permiso de feria, lo que le fué concedido a 9 de marzo  de 1307, autorizando su realización » ocho dias dentro de cada mes» con una duración de un dia. Destacamos que esta Villa tenía voto en Las Cortes, con escaño en el banco nº 10.

Continuando con su desarrollo como ciudad, en 1342 sus habitantes piden a D. Alfonso IV que les fuese concedido el uso de la «Terça» de la Iglesia con el fin de terminar las murallas de la Villa, a lo que el rey respondió afirmativamente. Gracias a estos medios se comenzó a construir la actual Iglesia Matriz, cuya edificación se dió por concluida en pleno reinado de D. João IV.

 

 

D. Alfonso V mantiene la «Terça» en el municipio, pero donó todos los demas derechos reales a Vasco Fernandes Sampaio, primer donatario de esta villa, permaneciendo en poder de esta familia durante siglos, hasta que la ley de 19 de julio de 1790 acabó con las donatarias.

D. Manuel otorga nuevo fuero a Freixo el 1 de octubre de 1512.

Esta villa sufrió durante mucho tiempo «La Guerra de Frontera», particularmente entre 1580 y 1640. Los saqueos y la destrucción de la Laguna y los Hornos en 1644 son ejemplo de esto.

En 1896 el municipio de Freixo de espada à Cinta es suprimido y anexado a Torre de Moncorvo, pero su población, demostrando una vez más una resitencia y capacidad de lucha fuera de lo común, logró restaurar el fuero municipal el 13 de enero de 1898.

Douro Vinhateiro

Vila Nova de foz côa

Dirección

Praça do Município, 5150-642

Localidad

Vila Nova de Foz Coa (Guarda – Portugal )

Teléfono

+351 279 658 160

Email

correio@cm-fozcoa.pt

El municipio

Viajar por Foz-Côa es viajar por dos Patrimonios de la Humanidad, es recorrer los caminos de la memoria y contemplar las formas deslumbrantes de la naturaleza, de la historia y del arte paleolítico.
Más que un lugar común, la lucha y los enfrentamientos épicos del pasado con el presente hacen de estas gentes resistentes, héroes y auténticos constructores de sueños y de esperanza. Las oportunidades perdidas rápidamente se transforman en miradas cautivas, y los paisajes de las rudas laderas del Duero y del Côa, con sus viñedos, más no fueron en el pasado que ventanas abiertas a la imaginación ya la creatividad.

Si el Museo del Côa narra una historia con una riqueza inmaterial inusual y las terrazas del Duero respiran una civilización ancestral sin igual, entonces podemos aprovechar un camino turístico sostenible idealizando la conjugación de estos dos factores.

Vila Nova de Foz Coa se encuentra, en la Región Norte de Portugal, al Norte del Distrito de Guarda, y en la sub-región del Douro. Está limitado por los municipios de Torre de Moncorvo y Carrazeda de Ansiães (al norte), con Mêda y Pinhel (al sur), con Figueira de Castelo Rodrigo (a Este) y al Oeste con São João da Pesqueira y Penedono. Es atravesado por el Itinerario Principal, IP2, por la E.N 102 y 222, respectivamente.

Se trata de una villa tranquila donde es posible relajarse y disfrutar de la buena mesa, siempre presente, destacando los productos ligados al aceite, a la almendra y al vino, entre otras muchas delicias.
El viaje, sea cual sea su lugar de partida, es siempre hermoso, acompañado de verdes campos cultivados y, en algunos lugares, las aguas de los ríos Côa y Duero se encuentran. En la confluencia de los dos ríos existe un puente de hierro (heredado de la vía férrea Pocinho – Barca d’Alva, hoy desactivada) que se atribuye a Eiffel o a alguno de sus discípulos.

En uno de los valles se alza la que es una de las más importantes muestras de arte al aire libre del mundo, que fue, por lo tanto, considerado monumento nacional en 1997 y patrimonio de la humanidad al año siguiente. El arte rupestre del Côa proporciona un viaje único al pasado, retratando la vida social, económica y espiritual del primer antepasado de la humanidad.

En torno a Foz Côa, son diversos los lugares donde el arte de varias épocas diferentes puede ser apreciado con rutas que incluyen estos núcleos de arte rupestre: Penascosa (Castelo Melhor), Cañada del Infierno (Vila Nova de Foz Côa), Ribeira de Piscos (Muxagata), Fariseo (Muxagata) y el rastro de los Cazadores Paleolíticos (Algodres y Almendra).

Tiene un área total de aproximadamente 398,2km², distribuidos por sus 14 freguesías (aldeas). Es un municipio con baja densidad poblacional, oscilando entre los siete y ocho mil habitantes.

Freguesias y Localidades:

Freguesia de Vila Nova de Foz Côa: Mós, Santo Amaro, Pocinho.

Freguesia de Touça: Touça.

Freguesia de Seixas: Seixas.

Freguesia de Sebadelhe: Sebadelhe.

Freguesia de Santa Comba: Santa Comba, Tomadias.

Freguesia de Numão: Numão, Arnozuelo.

Freguesia de Muxagata: Muxagata.

Freguesia de Horta: Horta.

Freguesia de Freixo de Numão: Freixo de Numão, Murça.

Freguesia de Custóias: Custóias.

Freguesia de Chãs: Chãs.

Freguesia de Cedovim: Cedovim.

Freguesia de Castelo Melhor: Castelo Melhor, Orgal.

Freguesia de Almendra.

 

sus campos

En su trazado natural los paisajes son agrestes, encontrándonos surcos vigorosos debido al paso de sus ríos, el Duero y el Côa, que vincularon a las gentes de esta región al exterior y permitieron granjear su riqueza, constituyen un escenario de grandiosidad por la minuciosidad con la que los artistas interpretan sus vastos campos agrícolas sembrados de pintorescos pueblos y aldeas.

En las ondulaciones del relieve, las poblaciones se ubican en las cumbres más aplanadas, desde donde pueden observarse los pueblos vecinos rodeados de viñas, almendros y olivos en los días claros y de intensa luminosidad. En otros, sin embargo, la neblina cerca los horizontes y la melancolía los invade, es la invitación a interpretar los espacios próximos de los modos de ser y hacer de una población que hizo del estoicismo su estatuto y, resistiendo, levantó un escenario trascendente y admirable que entusiasma y embriaga.

Bellezas ancestralmente buriladas por trabajo arduo y porfiado, se impone que sean observadas de los lugares más elevados. Los innumerables miradores del municipio, desde donde la vista se extiende y se pierde entre los confines de la serranía, que la naturaleza levantó y que el hombre eligió y allí creó espacios de oración y ocio, presentan paisajes de exultante beldad.

Son espacios de silencio, de paz, de meditación, espacios de convivencia saludable, los Miradores del Concejo de Vila Nova de Foz Côa, en el fondo, nos hacen estar entre el cielo y la tierra, sentir la labor de sus gentes en el trabajo del campo, divisar las aldeas bañadas por el sol es una auténtica belleza, observar el movimiento de sus ríos entre los márgenes sinuosos que las manos de los hombres transformaron. En sus raíces Vila Nova de Foz Côa encuentra al hombre paleolítico que, con modestos artefactos representó en el duro terreno sus ambiciones y proyectos de su universo espiritual y material, haciendo de este santuario el mayor museo de arte rupestre al aire libre, hoy Patrimonio de la Humanidad.

su historia

Los vestigios de la ocupación humana, más o menos intensa, se prolongan por los tiempos de los castros y romanos. Los escasos testimonios del período suevo-visigótico y árabe garantizan, sin embargo, la continuidad de los núcleos poblacionales. Contrariando las vicisitudes propias de las tierras fronterizas en estas paradas, la vida comunitaria se mostró regular y continua, a partir del s. X.

El interés real y señorial, en el sentido de promover el poblamiento y desarrollo de esta región, fue confirmado mediante la concesión de cartas de foral a los habitantes de las poblaciones, dándoles importancia juridica-administrativa. En el siglo XIX, a pesar de haber sido escenario de desórdenes, persecuciones y luchas fracturadas (la guerrilla de los Marçais extendió el terror en la región) que acompañaron la implementación del liberalismo, la villa de Foz Côa asumió el liderazgo del municipio, tras varias condicionalidades que justificaron la sustitución o absorción de algunas sedes municipales, en particular las múltiples reformas administrativas.

No obstante, los ocho pelourinhos que resisten desde entonces, en el área del actual municipio, testimonian la autonomía municipal y son el símbolo de la ancestral vida comunitaria en la Región.
Elevada a categoría de ciudad el 12 de julio de 1997, visitar Vila Nova de Foz Côa es redescubrir nuestra historia, es acompañar un proceso milenario que desvela el patrimonio artístico y cultural en complementariedad con lo rústico y la belleza paisajística que la región encierra y que merece que sea vivida.

 

TORRE DE MONCORVO

Dirección

Largo Dr. Campos Monteiro 5160-303 Torre de Moncorvo

Localidad

Torre de Moncorvo (Bragança – Portugal )

Teléfono

+351 279 200 220

Email

geral@torredemoncorvo.pt

El municipio

El municipio de Torre de Moncorvo tiene 8572 habitantes distribuidos por 13 freguesias en un área de cerca de 532 km2.

Creado en el siglo XIII, el municipio tiene origen medieval en el antiguo concejo de Santa Cruz da Vilariça. D. Dinis, en 1285, concede la carta foral a Torre de Moncorvo, dotando a la villa de castillo y murallas.

Del siglo XV al XVIII el municipio vive una gran fase de prosperidad debido a la producción de lino y cáñamo, del cultivo del viñedo, aceite, seda, lana, amendra y de la explotación del hierro.

En el siglo XVI, siguiendo la división administrativa del reino, pasó a ser la sede de una de las 4 comarcas de Trás-os-Montes, que llegó a abarcar 26 villas y 182 freguesias, con 96 km de extensión y otro tanto de longitud, llegando hasta las tierras de Chaves y Amarante.

Torre de Moncorvo fue también, en el siglo XIV, sede del Rabinato de Trás-os-Montes, esa herencia es muy fuerte y aún se puede ver no sólo en la antigua sinagoga, sino también en los dulces de almendra, en el Lagar de Cera de Felgueiras como en los nombres de las calles de la villa.

Los rios Sabor y Duero son una marca en el paisaje de este municipio. No menos importante es el Valle de Vilariça, apellidado como el «Valle del Nilo» Português, que desde el punto de vista agrícola es uno de los más productivos del país.

Una gran parte del municipio tiene un microclima mediterráneo que le confiere aptitudes naturales para el cultivo de la viña, olivo y almendra. Integra una región donde se producen excelentes vinos generosos, el mejor aceite del mundo, y que es también la mayor productora de almendra del país.

Uno de los mayores yacimientos de hierro de Europa, situado en la Sierra do Reboredo, podría a medio plazo tener un papel importante en la economía de la región.

Freguesías y localidades:

Açoreira,Cabeça Boa, Carviçais, Castedo, Horta da Vilariça, Larinho, Lousa, Mós, Torre de Moncorvo, União da Adeganha e Cardanha, União do Felgar e Souto da Velha, União de Felgueiras e Maçores, União de Urros e Peredo dos Castelhanos.

 

sus campos

El municipio de Torre de Moncorvo  se sitúa al sur del distrito de Bragança, está localizado en la Sub-región del Duero Superior y es atravesado por los rios Sabor y Duero.

Al norte limita con los municipios de Alfândega da Fé, Mogadouro y Vila Flor, al oeste con Carrazeda de Ansiães y al este con Freixo de Espada à Cinta. El territorio está distribuído por cadenas montañosas, mesetas, vallesy laderas boscosas.

El Bosque Nacional de Sierra de Roboredo se encuentra cubierto de un manto de especies variadas y manchas de pinos, madroños, castaños, alcornoques y robles. Pero el Reboredo posee también uno de los más importantes yacimientos de hierro de Europa, que se extiende por unos 10 Km.

Destacan además las tierras fértiles del valle de Vilariça, que contrastan con las tierras de montaña.

Posee dos microclimas, junto a los rios Duero y Sabor y al Valle de Vilariça, con temperaturas muy elevadas en verano, lo que posibilita el desarrollo del cultivo de almendros, olivos, y viñedos; y en las zonas más altas que alcanzan en invierno temperaturas negativas, donde predominan los castaños y los robles.

El municipio, en una gran extensión, pertenece a la Región Protegida del Duero y, en una pequeña extensión, por el área clasificada como Património de la Humanidad, por la UNESCO. Las freguesias situadas en la parte occidental y meridional del concejo, son productoras de vinos de excelencia.

su HISTORIA 

En una imponente torre de Vilariça, ya en tierras del actual municipio de Torre de Moncorvo, vivía un joven noble llamado Mem Corvo. Era el año 1062 y Fernando I, El Grande, rey de León, atacaba a los Moros en Extremadura. La llamada Reconquista Cristiana comenzaba a dar un nuevo diseño a las naciones peninsulares y tardaría medio siglo hasta la formación de Portugal como Estado independente.

Así, a la mayor torre de Vilariça llegó, acalorada, una joven mora pidiendo protención a Mem Corvo. Este la recibió y supo que Pedro Antunes, un castellano de los alrededores, la perseguia tenazmente. Acabó por dar protección a la bella Zaida, pero con la condición de que ella se cristianizara y se bautizara como Joana. El caballero se comprometió a catequizarla. Obviamente, tal acercamiento entre los jovenes despertó una pasión mútua y, bautizándose Zaida en Joana, organizaron el casamiento. Pero, en las vísperas de la boda, una dolencia grave atacó a la novia, la enfermedad del lino, que arrasaba en parte de la población. El médico aseguró que Joana se salvaría; sin embargo, una conversación entre los novios avivó las sospechas de Joana. Ella quería saber por qué Mem insistía en el nombre que le puso, él le confesó que había amado a una prima suya que se llamaba así, pero que la muerte se la había llevado con 13 años de edad. Él intentó alejar este temor de la cabeza de la novia, pero ella se dió cuenta  de que no era más que un recuerdo de un antiguo amor de Mem Corvo. Este le dijo que, para mejorar sus aires, mandaría erigir una torre como morada de ambos en unos terrenos no habitados retirados de allí y que con ellos irían varias famílias. Llamaría a ese sítio Tierra de Joana. Pero, Joana era demasiado reticente, por lo que, se agravó su estado de salud y murió. Así nace Torre de Moncorvo, esta villa trasmontana, tal como hoy la conocemos. Y pensar que estuvo a punto de llamarse Tierra de Joana…

 

 In País Português Terras Lendárias – Lendas de Trás-os-Montes e Alto Douro de José Viale Moutinho e Maurício Abreu, Esfera da Caos Editora, Março 2007.

Torre de Moncorvo habría nacido de una remota Villa de la Alta Edad Media, que en antiguos documentos viene designada como Vila Velha de Santa Cruz da Vilariça, situada en la parte superior de la margen derecha del Rio Sabor y en las proximidades del núcleo de vida prehistórica de Baldoeiro.

Según la leyenda, vivía en aquella región, hace mucho tiempo atrás, algunos siglos, un hombre llamado Mendo o Mem. Dicen algunos que era un noble señor, pero nuestra leyenda lo convierte en un pobre labrador que habitaba una choza con su mujer, no muy lejos del monte Reboredo.

Sucedió cierto dia que Mendo encontró un tesoro enterrado debajo de un peñasco del monte. Viendose, de repente, tan rico – el tesoro era fabuloso -, el hombre sintió perder el juicio. Sin embargo, pronto, recuperó la sangre fría y, reconociéndo que era mejor mantener en secreto aquel hallazgo, para que no lo codisiasen, trató de pensar qué hacer con él, dónde guardarlo.

Tan grande era su alegría que no cabía en sí y, en el fondo, deseaba compartir su secreto con alguien que se regocijase con él. Y, como la persona que más cerca de él estaba por muchas razones obvias, era su mujer, sintió una gran necesidad de contarle la alegría que acababa de tener. Sin embargo, Mendo era desconfiado, y como conocía muy bien a  su mujer, pensó que ella no seria capaz de guardar el segreto por mucho tiempo. Entonces, decidió inventar uma mentira para ponerla a prueba. Después de mucho pensar, encontró que decirler y fue hacia ella.

– ¡Ven aquí, mujer, siéntate aquí comigo en esta piedra! Quiero contarte una cosa, mas tienes que prometer guardar el segreto…
– ¿Entonces qué es? ¡Cuenta, hombre, cuenta!!
– ¿Juras que no contarás nada de esto a nadie?
– ¡Juro pues! … ¡por estos dos que la tierra ha de comer! … – dijo ella señalando para los ojos.
– Entonces ahí va: ¡te cuento que vi hoy a un cuervo parir un par de cuervos!…
– Anda ya hombre, ¿es eso posible?
– …¡yo estoy ciego!

La mujer se quedó un poco incrédula, sentada en la piedra, mientras él se alejaba para ir a sus cosas, contenta con la historia que conocía. Ahora solo había que esperar algún tiempo, tener un poco de paciencia y…ver el resultado. Durante algún tiempo, la mujer se quedó pasmada con la historia que Mendo le contara: «¿¡era posible que un cuervo pariera, parir como la gente!?… ¡No, no es verdad! ¡Eso fue el hombre jugando comigo!…».

Sin poder contenerse más, y como secreto es aquello que se cuenta a una persona de cada vez, fue de allí a la vecina más próxima a relatar lo que le dijera el marido. Esta vez, el cuervo ya no había parido dos cuervos, sino cuatro y, por supuesto, todo esto era un secreto.

Acabada la conversación, se despidieron las vecinas y desde allí  fue cada una a contárselo a otra persona. De tal modo se expandió el secreto que en breve toda la gente de la región conocía la historia del cuervo pariendo en variadísimas versiones.

En vista de esto, Mendo, el labrador, decidió ocultar a todos su secreto, su tesoro, y para eso construyó una gran torre donde pasó a morar para defender mejor su oro.

Por el nombre del labrador y de la historia del cuervo, llamaron al edifício Torre de Mendo (o Mem) del Cuervo. Con el tiempo, olvidada la historia, el pueblo fue simplificando el nombre hasta llamar al lugar TORRE DE MONCORVO.

In Lendas Portuguesas de Fernanda Frazão

 

MOGADOURO

Dirección

Largo Dr. Campos Monteiro 5160-303 Torre de Moncorvo

Localidad

Mogadouro (Bragança – Portugal )

Teléfono

+351 279 200 220

Email

geral@mogadouro.pt

El municipio

El municipio de Mogadouro, encajado entre el profundo valle del río Duero y la “bacia do Sabor” (la cuenca del Sabor), ocupa el prolongamiento del Planalto Mirandês que, a su vez, continúa el Planalto Leonês (en las regiones de Zamora y Salamanca). Linda con los municipios de Vimioso, Miranda do Douro, Alfândega de Fé, Torre de Moncorvo y Freixo de Espada á Cinta, y por los ayuntamientos ribereños del Duero de Salamanca y Zamora. Tiene una extensión de 760,6 km2, con 21 aldeas (freguesías), con 56 localidades y 11.350 habitantes. Su altura máxima es de 992m en la Sierra de Castañeira y en general, una altitud media de 700m. Se encuentra a 85 km de la capital del distrito (Bragança) y en plena frontera con España.

Posee un notable patrimonio histórico, distribuido por todas las aldeas y lugares que pertenecen al municipio, con especial importancia de los Castros y demás lugares de interés histórico como los castillos de Mogadouro y Penas Roias, las iglesias de Algosinho y Santa María del Azinhoso (de culto medieval), la iglesia conventual de San Francisco, la Iglesia de la Misericordia y la imponente Iglesia Parroquial de Mogadouro.

Entre los cañones y las arribes del río Duero y las sierras escarpadas que bordean el río Sabor, se encuentran 3 de los mayores encantos que hacen de Mogadouro un municipio tan atrayente: El Parque Natural del “Douro Internacional”, la Red Natura 2.000 y, no menos importante, el Planalto Mirandês. La riqueza paisajística, la fauna y la flora, proporcionan agradables paseos a través de senderos turísticos perfectamente señalizados de especial belleza.

En lo que respecta al patrimonio inmaterial, hay que destacar las prácticas artesanas locales, los inquietantes rituales paganos del solsticio de invierno, los cantares, el peculiar folclore y otros eventos religiosos locales.

La gastronomía, basada en productos genuinos de la tierra y elaboración tradicional, ofrece una exquisita variedad de sabores entre los que destacan: posta, marrã, embutidos de cerdo, bulho com cascas, sopas de Xis, cabrito y cordero asado, deliciosos quesos de cabra u oveja, bolos secos, folares da Páscoa y las setas silvestres. 

El municipio de Mogadouro cuenta con las más diversas y modernas infraestructuras que constituyen el punto de encuentro del desarrollo cultural de la villa, el deportivo y el económico, siendo por lo tanto sinónimo de calidad de vida para sus habitantes y para los propios visitantes que disfrutan de estos espacios gracias a los eventos organizados por el municipio.

En la realización de actividades culturales, la Casa de la Cultura, la Biblioteca Municipal Trindade Coelho, la Casa de las Artes y los Oficios, la Sala Museo de Arqueología, el Centro de interpretación del Mundo Rural y el Archivo Municipal, disponen de condiciones excelentes para apoyar los diversos eventos. El Complejo Deportivo está constituido por estructuras deportivas modernas par ala práctica de cuantiosos deportes. El aeródromo municipal dispone de una escuela de Vuelo, además de contar con otras funcionalidades.

Freguesias y Localidades:

Azinhoso, Bemposta, Bruçó, Brunhoso, Castelo Branco, Castro Vicente, Meirinhos, Paradela, Penas Roias, Peredo da Bemposta, Saldanha, São Martinho do Peso, Tó, Travanca, Urrós, Vale da Madre, Vila de Ala, U.F. Brunhosinho, Castanheira e Sanhoane, U.F. Mogadouro, Valverde, Vale de Porco e Vilar do Rei, U.F. Remondes e Soutelo,U.F. Ventozelo e Vilarinho dos Galegos.

 

sus campos

En Mogadouro (y en toda la zona próxima al río Duero) se alternan grauvaques y los granitos, presentándose estos en grandes bloques cuya forma es producto de su erosión. El relevo a este paisaje, lo constituyen una sucesión de ondulantes colinas donde predominan los xistos grauváquicos salpicados de afloramientos cuarcicos que se elevan majestuosos en el paisaje formando sierras. En el sur, abundan los xistos pardos, muy característicos del valle del Sabor. Estos suelos y las características del clima, facilitan el crecimiento de una cubierta vegetal abundante y diversa que atribuye a la panorámica un manto de bellos colores que se alternan según la estación del año..

Los inviernos son aquí relativamente rigurosos, principalmente en la zona central del  término municipal, más azotadas por los vientos que las zonas protegidas del Valle del Douro y la Cuenca del Sabor. Las zonas más elevadas, al sur y sudoeste, sujetas a la influencia atlántica, son más humedas, razón por la que se encuentra al sur el Castañeiro y al sudoeste el Carballo Cerquiño. El verano, relativamente corto, es caluroso y seco, siendo la primavera y el otoño frescos y bien marcados, dotando al paisaje de la belleza de los diferentes colores, cubiertos de mantos floridos de blanco, amarillo y violeta o de las hojas otoñales de preciosos y diferentes tonos ocres. La riqueza de la cubierta vegetal y bien definida a lo largo de todo el año, la mezcla entre el clima continental (con alguna influencia atlántica) y el mediterráneo, marcan las estaciones de Mogadouro. 

En  este contexto de diversidad y belleza paisajística, vive una población eminentemente rural con actividades principales típicas como la agricultura y la ganadería. Se cultiva el olivo, la viña el trigo y en menor medida el centeno, las huertas cercanas a fuentes de agua y la castaña principalmente en el sur. En la ganadería, hay que destacar la cría del ganado bovino muy apreciado para la producción de leche y quesos. En cuanto a la carne, destaca el ganado mirandés, que da origen, en la gastronomía a la exquisita posta mirandesa que no hay que perderse. Por ello la gandería en general cobra una relativa importancia en las economías familiares de sus pobladores produciendo tanto carne como leche.

su HISTORIA 

Esta población tiene un origen remoto como lo atestiguan la multitud de vestigios arqueológicos que trasladan al visitante hasta el paleolítico

Mogadouro presenta un asentamiento antiguo que puede ser datado de tiempos prehistóricos. Para documentar este asentamiento existen asentamientos datados como el del Barrocal/Alto y del Cuño, los monumentos megalíticos de Pena Mosqueira, Sanhoane, Barreiro, Modorra, el arte rupestre de la Fraga de la Letra (en Penas Roias) y otros hallazgos dispersos hoy unificados en la Sala Museo de Arqueología de la Villa.

Alfonso III fue el primero en concederle el fuero a Mogadouro en 1.272, renovándose al año siguiente. En 1.512, D. Manuel le otorgó de nuevo el fuero a la villa y el 20 de noviembre de 1.433 fue donada a Álvaro Pires de Távora pasando desde entonces a estar asociada a esta familia. Los Távoras iniciaron un ascenso notable en cuanto a su posición, alcanzando el título de marqueses y asumiendo un importante e influyente papel en la región.

Si hablamos de la historia más reciente, no podemos olvidar el importante papel desempeñado por las plazas fuertes de Mogadouro y Penas Roias en la defensa contra las invasiones castellanas, habiendo constituido un valioso apoyo en la formación de la nacionalidad portuguesa.

 

Fermoselle

Dirección

Peñaparda

Localidad

Peñaparda (Salamanca – España)

Teléfono

+34 980 613 003

Email

aytofermoselle@gmail.com

El municipio

En el extremo suroccidental de la provincia de Zamora, de cuya capital dista aproximadamente 65 kilómetros, se halla esta preciosa villa sayaguesa de Fermoselle, en un estratégico y dominante emplazamiento, quedando apenas a 5 kilómetros de los límites con Portugal. Cuenta con una población de unos 1200 habitantes y queda enmarcado entre los ríos Duero (al norte) y Tormes (al sur), que confluyen en el paraje de Las Dos Aguas o Ambasaguas.

El municipio tiene un marcado carácter fronterizo y es considerado por muchos como la capital de Arribes del Duero. Fermoselle ha sabido conservar su esencia monumental hasta el punto de ser justa acreedora de la declaración de Conjunto de Interés Histórico Artístico con que fue distinguida; lo que, unido a su situación como balcón privilegiado sobre los Arribes del Duero y del Tormes, convierten a la villa en una de las más turísticas y más atractivas de la provincia de Zamora. Se incluye como municipio integrante del Parque Natural de Arribes del Duero (2002) y la remodelación del Convento de San Francisco – datado en 1730 –, como Casa del Parque (2006). Además, pertenece a la Reserva de la Biosfera Transfronteriza, bautizada por la UNESCO en 2015, con el nombre de Meseta Ibérica.

La población se ubica sobre una elevación coronada por lo que queda de su castillo, quedando perfectamente integrado y casi mimetizado con el entorno de peñascos graníticos que la circundan. Esa posición dominante y las soberbias vistas que desde el propio casco urbano pueden admirarse tanto de Los Arribes del Duero como de la vecina Portugal, la han hecho merecedora del apelativo de «El Balcón del Duero».

Conocida por sus vinos, envejecidos en bodegas excavadas bajo las casas y por su ubicación estratégica desde la que se divisa el curso del Duero, pasear hasta lo alto del Castillo es hacer un viaje en el tiempo a un pueblo de hace décadas que ha sabido combinar la actividad turística con sus tradiciones. Habrá que aparcar a las afueras y pasear por sus calles empedradas que hará comprender la vinculación de sus habitantes con el vino, encontrando casas robustas, en granito con dos arcos de medio punto que indican la entrada a la bodega familiar, excavadas en la tierra y uniéndose unas bodegas con otras creando un auténtico laberinto subterráneo. 

En el exterior hay que buscar el Arco, única puerta de la muralla en la calle de Requejo y que al atravesarla se entra en la parte más antigua del pueblo, buscando la iglesia parroquial de la Asunción, macizo edificio levantada entre los ss.XII-XIII con torre defensiva del XVI coronada por el campanario. En lo más alto, los restos del castillo de Doña Urraca dominan el conjunto, cercano a la Plaza Mayor siendo un perfecto mirador al Duero y a tierras portuguesas (razón de más para que se ubicara aquí). Después de que fuera refugio de comuneros que se levantaron contra Carlos I, y ganando el rey la contienda, fue destruido, quedando algunos restos de la muralla, de la torre del homenaje, el patio de armas y algunas dependencias. Si se quiere dedicar más tiempo a este municipio, existen hasta tres templos religiosos de entre los ss.XII y XVI y numerosos miradores en los alrededores indicados con paneles turísticos. Son obligatorias la calle del Nogal y la calle Montón de Tierra.

Sus campos

La economía del municipio se ha basado en la agricultura, favorecida por la productividad de los suelos desarrollados sobre pizarra y el microclima de los Arribes. Fermoselle está rodeado de bancales, necesarios para cultivar en las fuertes pendientes de la zona, y que caracterizan el paisaje agrícola. Destacan los campos de frutales, los olivos, y las vides.

Fermoselle, también llamado pueblo de las 1000 bodegas, cuenta con una gran tradición vinícola. Se cultiva en esta zona una variedad de uva autóctona, denominada localmente Juan García. Forma parte de la Denominación de Origen Arribes, y se incluyen bodegas como Bodega Almaroja, Bodega Cooperativa Virgen de la Bandera, Haciendas de España Wines Estates Hotels, Bodegas Ocellum Durii, Bodega Frontio y Bodegas Pastrana. 

Hoy día, Fermoselle, además del vino y el olivo, está desarrollando una notable actividad en el sector del turismo, renglón de un futuro económico seguro y perdurable y hacia esa meta han desarrollado una diversidad de ofrecimientos de hospederías y de recreaciones turísticas asequibles económicamente a los diferentes niveles de explotación y al alcance de parte del turista consumidor.

su historia

Diversos hallazgos en la zona permiten identificar en lo que hoy es Fermoselle un primer enclave de origen castreño o prerromano posteriormente romanizado. Otros testimonios tanto documentales como arqueológicos han hecho que ciertos autores identifiquen la actual villa con la romana «Ocella», «Ocila» u «Ocellun Duri»; enclave estratégico comunicado con Zamora por medio de una calzada de la que han sido reconocidos algunos vestigios.

Ya en época medieval, Fermoselle junto a otras localidades del entorno sayagués aparece citada en 1165 dentro de la dote entregada por Fernando II de León a Urraca de Portugal con motivo de su boda. Sin embargo, pocos años después el matrimonio quedó anulado por el Papa al ser los contrayentes primos segundos y no haber obtenido la imprescindible dispensa, tras lo cual, la princesa Urraca eligió Fermoselle como lugar de retiro.

En 1205 el hijo de Fernando II y la repudiada Urraca, convertido ya en el rey Alfonso IX de León, cedió las tierras de Fermoselle al Obispado de Zamora, constituyéndose en torno a la villa un pequeño señorío que, poco después, en el año 1221, sería beneficiado con la extensión de la Carta-Fuero de Fermoselle, privilegio confirmado posteriormente por Fernando III el Santo en 1234 y por Alfonso X el Sabio en 1255.

Siglos después, en la decimosexta centuria Fermoselle jugaría un papel importante en la Guerra de las Comunidades, acogiendo tras la derrota en Villalar al Arzobispo Acuña. Por este motivo, una vez capturado el comunero, la villa fue castigada con la destrucción de su castillo y las murallas.

Pereña de la Ribera

Dirección

Plaza España, 1. 37175

Localidad

Mogadouro (Bragança – Portugal )

Teléfono

+34 923 573 016

Email

geral@mogadouro.pt

El municipio

El municipio de Pereña de la Ribera se encuentra al noroeste de la provincia de Salamanca, a unos 90 kilómetros de su capital, en la comarca de La Ribera. Es uno de los lugares más significativos de la misma, tanto por su arquitectura popular, como por el increíble paisaje que lo rodea. Las gentes de la zona lo denominan El Balcón de las Arribes, ya que su localización estratégica, en lo alto de un cerro, le permite asomarse tanto al Duero, encajonado entre los peñascales que ha ido horadando en el declinar de los siglos, como a su Parque Natural. 

Su etimología es desconocida, aunque algunos especialistas aseguran que su topónimo proviene del latín “Pero”, al que se le añadiría el sufijo “-eña” para hacer referencia al Lugar de Pedro. Otras teorías basan su origen en el término “petrinea”, o lo que es lo mismo, hecha en piedra.

 

sus campos

Este verdadero vergel, en el que el agua y un sinfín de verdes son los verdaderos protagonistas, está habitado por unos 380 habitantes, que dedican su tiempo a las tareas agrícolas y ganaderas. Son varias las explotaciones de ganado existentes, principalmente ovino y caprino, aunque también existen algunas de vacuno. El aprovechamiento de la oveja en Pereña es completo, ya que se aprecia mucho la carne de sus corderos y, sobre todo, su leche, con la que se hacen magníficos quesos, siempre a la manera tradicional.

La agricultura, antiguamente destinada al autoconsumo, se centra en las explotaciones de los bancales. Destacan los olivares y viñedos, de los que se obtiene excelente aceite y extraordinario vino, con Denominación de Origen propia, afrutado, pero con un toque mineral facilitado por el suelo de las terrazas. La producción de estos maravillosos caldos es, sin duda, otra de las actividades económicas del pueblo, siendo varias las bodegas que los realizan, preservando siempre la tradición. La elaboración casera, antiguamente muy habitual, como se puede comprobar por el gran número de ancestrales bodegas existentes, es cada vez más escasa, debido al envejecimiento acusado de la población.

Otro factor económico, más reciente y secundado por la declaración de la zona como Parque Natural, es el turismo, que ha propiciado la aparición de varios alojamientos rurales, acogedores espacios para el pleno descanso, donde podemos dejar volar nuestra imaginación, al tiempo que catamos algunos de los excelentes caldos macerados en el pueblo. Gracias a esas medidas para fomentar el turismo de la localidad, se está llevando a cabo la señalización de nuevas rutas de senderismo, la recuperación del patrimonio tradicional o la celebración de eventos que animen al visitante a venir. 

su historia

 

Su situación de lejanía y aislamiento no ha sido inconveniente para una temprana presencia humana en la zona. Así parecen constatarlo las pinturas rupestres de Palla Rubia, restos prehistóricos de un Neolítico ya lejano. Desde entonces, estas tierras han estado pobladas. Significativa fue la presencia celta, siendo el pueblo vetón el que se instaló en las mismas, dejándonos una tradición ganadera que aún pervive en la arquitectura pastoril. Su presencia está atestiguada por los restos de un castro emplazado en Teso de la Ermita, del que hoy tan solo quedan algunas piedras de la muralla. Los romanos también habitaron la zona, ocupando el lugar del castro. Una de las pruebas más importantes de ello es la estela funeraria empotrada en las paredes de la Casa del Ermitaño, en la que se leen los nombres de dos difuntas: Placidina y Fausta. La historia de estas tierras durante los periodos visigodo y musulmán es incierta, no teniendo nociones precisas al respecto. No obstante, el periodo árabe se recuerda en algunos topónimos, como Almofea, Almerganales, Azafranal o Arrabal.

 

El nacimiento de Pereña en su ubicación actual se sitúa en torno a los siglos X y XI. Esta zona, considerada como tierra de nadie, fue repoblada por Fernando II, casi un siglo después de que Alfonso VI asegurara la línea del Tajo, tras la reconquista de Toledo en 1085. En 1262, Alfonso X el Sabio otorgó Perenna en señorío a su sobrino Don Martín Alfonso, régimen que, tras breves periodos de realengo, terminaría con la concesión de toda la Tierra de Ledesma a Don Beltrán de la Cueva, a quien pertenecería hasta la supresión del régimen señorial en el XIX. En 1692 Don Martín Cubilano, catedrático de la Universidad de Salamanca, fundó el seminario sito junto a la iglesia. Este aún conserva su fachada de sencillas formas, pero con la belleza de antaño.

Las guerras han marcado la historia del occidente salmantino, pero pocas fueron tan crueles como la de la Independencia, en la que también las gentes de Pereña lucharon por la libertad. El pertrecho pueblo supo levantarse durante el resto del siglo XIX, aumentando ostensiblemente su población. Con la creación de las actuales provincias en 1833, Pereña quedó integrada en la provincia de Salamanca, dentro de la Región Leonesa.

 

EL POZO DE LOS HUMOs

Para llegar a esta impresionante cascada que se ha convertido en una de las imágenes más típicas de las Arribes salmantinas, con 50 metros de caída (sólo 2m menos que las cataras del Niágara) y que cuando descarga el agua del Ucés con fuerza luce una característica nube de humo que le ha servido el nombre, existen dos posibilidades dependiendo de las preferencias de cada uno. Desde la pequeña localidad de Masueco (923 505 018; www.masueco.es) se llega a la misma cascada, encontrando un aparcamiento a la entrada del camino y debiendo bajar por la pista algo menos de 2 km. Desde aquí, el viajero se puede asomar a su sobrecogedor mirador, colgado sobre la cascada. La otra opción desde Pereña de la Ribera (923 573 016; www.perenadelaribera.es), conduce por una pista de unos 3 km hasta llegar al primer aparcamiento. El segundo aparcamiento, situado 2 km abajo sólo esta abierto fuera de la temporada de anidación para preservar la riqueza natural de este paraje. Al llegar abajo, hay unas vistas inmejorables del Pozo de los Humos, visto desde enfrente teniendo una estupenda panorámica del Ucés (y como cae al vacío) y de las montañas que circundan a este afluente del Duero. Desde Pereña, también se puede llegar siguiendo las indicaciones a la cascada del Pozo Airón, más pequeña, pero en un rincón que resulta entrañable, pudiendo acceder a la cueva protegida por el agua y disfrutar de la sensación de sentirse dentro de la cascada. Desde el pueblo, hay indicaciones para tomar el camino, debiendo recorrer una pista de tierra durante 1.5km hasta llegar al aparcamiento. Desde aquí algo más de 1 km de paseo por el corazón del parque separa del objetivo.

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